Manejar la epistaxis suele ser un desafío, requiere mucho tiempo y práctica. Incluso en las mejores circunstancias, la epistaxis a menudo da lugar a nuevas visitas por nuevas hemorragias y malos resultados. Rara vez se debe hacer “nada” con los adultos que acuden al servicio de urgencias con o después de una epistaxis. Si produjo suficiente sangre para buscar atención (incluso sin compromiso hemodinámico), la epistaxis frecuentemente recurre incluso si ya se ha resuelto. Esto es menos cierto en pacientes pediátricos. Es esencial una evaluación cuidadosa e integral en ambas poblaciones, para determinar si la epistaxis está en curso.
Las siguientes 11 perlas con un consejo adicional deberían ayudarle a evitar errores comunes, mejorar los resultados y aumentar la satisfacción tanto del paciente como del médico:
- Use protección adecuada durante el procedimiento, incluido un protector facial y una bata. La manipulación nasal a menudo hace que los pacientes tosen o estornuden, lo que produce salpicaduras de sangre.
- Prepare su equipo con anticipación. Trabaje con sus enfermeras o técnicos para desarrollar una política en la que se coloque al lado de la cama cuando el paciente esté alojado en la habitación. Es esencial una luz brillante y enfocada, idealmente como linterna frontal para tener ambas manos libres. De esta forma no se necesita ningún asistente. Los faros inalámbricos son más fáciles de usar, pero deben cargarse después de cada uso.
- Aunque la presión arterial elevada o la hipertensión pueden empeorar la epistaxis, generalmente no se requiere tratamiento agudo. Ayude a su paciente a relajarse estableciendo una presencia tranquila, demostrando confianza y explicándole su enfoque con anticipación. Bien hechas, estas acciones suelen ser suficientes para reducir su presión arterial.
- Haga que su paciente se suene la nariz lenta pero firmemente para eliminar los coágulos que se hayan formado, lo que no solo reducirá o evitará la absorción de los medicamentos, sino que también interferirá con la visualización. Después de esto, haga que su paciente mantenga una presión firme con un clip o pinza durante al menos 15 minutos mientras reúne los suministros. Si está disponible, rocíe un vasoconstrictor como oximetazolina en las fosas nasales afectadas antes de mantener una presión firme.
- Es crucial empacar bien los medicamentos seleccionados y el método preferido de administración (p. ej., bolitas de algodón, compresas, hisopos), ya que el vasoconstrictor/anestésico no se absorberá bien sin contacto y presión directos. El empaquetamiento apretado también ayuda a taponar cualquier sangrado. Puede ser necesario taponar ambas cavidades nasales para lograr un taponamiento adecuado porque el tabique es móvil.
- Evite tocar el tabique nasal cuando utilice el espéculo nasal. Esta es probablemente el área del sangrado y puede ser sensible. Inserte con cuidado la punta a lo largo del borde interior del ala, abra el espéculo y luego extráigalo con una tracción suave para brindar una visualización óptima con la luz de alta intensidad.
- Si utiliza nitrato de plata para cauterizar un área friable o un vaso visible, asegúrese de que el campo esté seco y que el sitio esté anestesiado. Las quemaduras químicas son dolorosas y esta zona es sensible. Usando una ligera presión con un suave movimiento giratorio, cauterice un área ligeramente más ancha que el área del sangrado, limitando el número de intentos repetidos de cauterio.
- Si utiliza un taponamiento nasal comercial que es demasiado grande (vienen en varios tamaños, aunque algunos SU solo tienen los tamaños más grandes), acorte y recorte la punta en ángulo. Aplique una pomada antibiótica tópica al tampón nasal para ayudar con la inserción; esto sirve como antibiótico y lubricante. En algunas situaciones, puede resultar útil utilizar un agente hemostático con el tampón nasal o en la cavidad nasal. Siga el contorno y la dirección del conducto nasal para facilitar la inserción y minimizar el dolor. Algunos pacientes toleran mal la colocación de taponamiento nasal y/o el taponamiento en sí.
- Agregue de 1 a 3 cc de agua o solución salina con una jeringa (sin aguja) para humedecer el empaque después de la inserción. Esto permite que el empaque se expanda y ablande. Esté preparado para gotear, toser o escupir una pequeña cantidad. Si utiliza un dispositivo inflable para empacar, esté preparado para inflar el globo al tamaño óptimo con aire o líquido apropiado (según el dispositivo).
- No dé de alta inmediatamente a un paciente después de un tratamiento exitoso de la epistaxis. Observe a su paciente para realizar un nuevo control posterior al procedimiento para asegurarse de que el sangrado permanezca bien controlado, que su paciente tolere el taponamiento o el balón y que los signos vitales estén estables. Esto puede durar entre 15 y 30 minutos (o más), dependiendo de la cantidad de sangre perdida, los hallazgos, el procedimiento y las comorbilidades de su paciente.
- Sepa cómo y cuándo pedir ayuda. Solicite ayuda tempranamente en situaciones como compromiso hemodinámico debido a pérdida de sangre, hipoxia o dificultad cardiopulmonar aguda, epistaxis posquirúrgica, tumores sangrantes (especialmente aquellos que han sido irradiados), pacientes con trastornos hemorrágicos subyacentes, incapacidad para controlar el sangrado, u otras circunstancias que aumentan la probabilidad de malos resultados.
Consejos adicionales para el registro: puede completar la documentación de alta de su paciente mientras espera que el anestésico/vasoconstrictor tópico previo al procedimiento surta efecto. Durante el período de observación posterior al procedimiento, complete su expediente y documente sus hallazgos, el procedimiento, si el paciente toleró el procedimiento y cualquier complicación mientras observa a su paciente y espera el conjunto final de signos vitales antes del alta.
Lectura adicional recomendada
- Gottlieb M, Long B. Manejo de la epistaxis. Ann Emerg Med . 2023;81(2):234-240. doi:10.1016/j.annemergmed.2022.07.002. PMID 36117013
Actualizado el 23 de marzo de 2023
Información del autor
La publicación 11 consejos para mejorar el manejo de las epistaxis en el departamento de emergencias apareció por primera vez en ALiEM .