Una cicatriz queloide es una cicatriz engrosada y elevada. Puede producirse en cualquier lugar en el que tengas una lesión en la piel, pero, generalmente, se forma sobre lóbulos auriculares, hombros, mejillas o el pecho. Si eres propenso a desarrollar queloides, es posible que te salgan en más de un lugar.
Una cicatriz queloide no es nociva para la salud física, pero puede causar sufrimiento emocional. La prevención o el tratamiento temprano son importantes.
El tratamiento para la cicatriz queloide es posible. Si no te gusta el aspecto o la sensación de un queloide, consulta con tu médico sobre cómo aplanarlo o extirparlo. Incluso con el tratamiento, un queloide puede durar varios años o reaparecer.
Síntomas
Una cicatriz queloide puede formarse meses o años después de la lesión que la provocó. Estos son algunos de los signos y síntomas posibles:
Cicatrices gruesas e irregulares, generalmente en los lóbulos de las orejas, los hombros, las mejillas o la parte media del pecho
Piel brillante, sin pelo, grumosa y elevada
Tamaño variado, según el tamaño de la lesión original y el momento en que el queloide deja de crecer
Textura variada, de suave a firme y gomosa
Color rojizo, marrón o morado, según el color de tu piel
Picazón
Malestar
Cuándo debes consultar a un médico
El tratamiento temprano puede ayudar a minimizar el crecimiento de un queloide. Habla con el médico cuando notes un queloide. Si deseas tratar uno que has tenido durante un tiempo, habla con un médico que se especialice en afecciones de la piel (dermatólogo).
Solicite una consulta
Causas
Los expertos no comprenden del todo qué es lo que causa las cicatrices queloides. Pero la mayoría está de acuerdo en que probablemente sea una disfunción del proceso de cicatrización de las heridas. El colágeno, una proteína que se encuentra en todo el cuerpo, es útil para la cicatrización de las heridas, pero cuando el cuerpo produce demasiado, pueden formarse queloides.
El crecimiento de los queloides puede estar provocado por cualquier tipo de lesión en la piel: una picadura de insecto, acné, una inyección, una perforación, quemaduras, depilación e incluso pequeños arañazos y golpes. A veces, los queloides se forman sin una razón aparente.
Los queloides no son contagiosos ni cancerosos.
Un queloide es diferente de una cicatriz hipertrófica. Una cicatriz hipertrófica se mantiene dentro de los límites de la herida original y puede desaparecer con el tiempo sin tratamiento.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de los queloides incluyen los siguientes:
Tener piel morena o negra. Los queloides son más comunes en personas de piel morena o negra. Se desconoce el motivo de esta predisposición.
Tener antecedentes personales o familiares de queloides. Los queloides pueden presentarse en familias, lo que indica que la tendencia podría ser hereditaria. Si has tenido un queloide, corres el riesgo de desarrollar otros.
Ser menor de 30 años. Es más probable que desarrolles un queloide si tienes entre 20 y 30 años.
Complicaciones
Los queloides ubicados en una articulación pueden desarrollar tejido duro y tenso que restringe el movimiento.
Prevención
Si eres propenso a desarrollar queloides, sigue estos consejos de cuidado personal preventivo:
Practica un buen cuidado de las heridas. Mantén la herida limpia y húmeda. Lava delicadamente el área con agua y un jabón suave. Aplica una fina capa de vaselina (Vaseline, Aquaphor) u otro ungüento. Vuelve a aplicar el ungüento a lo largo del día según sea necesario. El médico puede recomendar la aplicación de una almohadilla de presión o una almohadilla de gel de silicona sobre la herida mientras cicatriza. Los adultos deben adoptar estas medidas preventivas durante los seis meses siguientes a la lesión de la piel, y los niños hasta los 18 meses.
Colocar aros de presión en los lóbulos auriculares después de una perforación en la oreja ayuda a prevenir los queloides.
Protege la piel para evitar lesiones. Intenta no lastimarte la piel. Es recomendable que no te hagas perforaciones, tatuajes ni cirugías electivas. Incluso las lesiones menores, como los pelos encarnados, los cortes y los arañazos, pueden provocar el crecimiento de un queloide.
Si decides someterte a una cirugía, habla con el médico acerca de tu tendencia a desarrollar queloides. El médico puede utilizar técnicas quirúrgicas que reducen el riesgo de desarrollar queloides en el sitio de la cirugía. Después de la cirugía, pregunta a tu médico sobre los cuidados postoperatorios y sigue cuidadosamente las instrucciones.
Por lo general, el médico puede saber si tienes un queloide observando la piel afectada. Es posible que necesites una biopsia de piel para descartar un cáncer de piel.
Más información
Biopsia de piel
Tratamientos
Entre los tratamientos de las cicatrices queloides se encuentran los siguientes. Uno de los enfoques, o una combinación de ellos, puede ser lo mejor para tu situación. Incluso después de un aplanamiento o una extirpación exitosa, los queloides pueden volver a crecer, y a veces ser más grandes que antes. O bien, se pueden desarrollar otros nuevos.
Cuidado de las heridas. En el caso de los queloides más nuevos, la primera opción de tratamiento puede ser el uso de vendajes de compresión de tela elástica u otros materiales. Este método también se utiliza después de la cirugía para extirpar los queloides. El objetivo es reducir o prevenir una cicatriz ejerciendo presión sobre la herida mientras se cura. Estos vendajes deben llevarse de 12 a 24 horas al día durante 4 a 6 meses para que sean eficaces. Este método puede ser muy incómodo.
Crema con corticoides. La aplicación de una crema con corticoides de venta con receta médica puede ayudar a aliviar la picazón.
Medicamento inyectado. Si tienes un queloide más pequeño, el médico podría intentar reducir su grosor inyectándote cortisona u otros esteroides. Es probable que necesites inyecciones mensuales durante un máximo de seis meses antes de ver la cicatriz aplanada. Los posibles efectos secundarios de las inyecciones de corticoides son el adelgazamiento de la piel, las várices y un cambio permanente del color de la piel (hipopigmentación o hiperpigmentación).
Congelamiento de la cicatriz. Los queloides pequeños pueden reducirse o eliminarse congelándolos con nitrógeno líquido (crioterapia). Puede ser necesario repetir los tratamientos. Los posibles efectos secundarios de la crioterapia son las ampollas, el dolor y la pérdida de color de la piel (hipopigmentación).
Tratamiento con láser. Los queloides más grandes pueden aplanarse con sesiones de láser de colorante pulsado. Este método también ha servido para aliviar la picazón y hacer desaparecer los queloides. La terapia con láser de colorante pulsado se administra en varias sesiones con un intervalo de 4 a 8 semanas entre ellas. El médico puede recomendar la combinación de la terapia con láser con las inyecciones de cortisona. Los posibles efectos secundarios, que son más comunes en las personas de piel más oscura, son la hipopigmentación o la hiperpigmentación, las ampollas y las costras.
Radioterapia. La radiación de rayos X de bajo nivel sola o después de la extirpación quirúrgica de un queloide puede ayudar a reducir o minimizar el tejido cicatricial. Puede ser necesario repetir los tratamientos. Los posibles efectos secundarios de la radioterapia son complicaciones de la piel y, a largo plazo, cáncer.
Extracción quirúrgica. Si tu queloide no ha respondido a otras terapias, el médico podría recomendarte la extirpación con cirugía combinada con otros métodos. La cirugía por sí sola tiene una tasa de recurrencia del 45 % al 100 %.
Más información
Radioterapia
Solicite una consulta
Medicina alternativa
No existen métodos probados para eliminar las cicatrices queloides de forma natural. Algunos estudios clínicos han demostrado que el extracto de cebolla utilizado por vía oral o sobre la piel podría ser eficaz para mejorar el aspecto de las cicatrices queloides y reducir el picor y las molestias.
Posibles tratamientos futuros
Las investigaciones realizadas sobre los problemas de cicatrización de heridas, incluida la formación de queloides, son prometedoras. Por ejemplo, los estudios incluyen lo siguiente:
Cremas tópicas e inyectables experimentales para reducir y detener el crecimiento de queloides
Toxina botulínica tipo A (Botox) para mejorar la cicatrización de heridas
Identificación de marcadores genéticos en tejido queloide
Terapia de células madre
Modo de vida y remedios caseros
Ten en cuenta estos consejos de cuidado personal de los queloides:
Cuida tu herida según las indicaciones. El cuidado de las heridas puede llevar mucho tiempo y los vendajes de compresión pueden ser incómodos. Intenta seguir la rutina recomendada por tu médico, ya que estos pasos son importantes para la prevención de queloides.
Aplica una crema con corticoides. Este tipo de crema de venta libre puede ayudar a aliviar la picazón.
Aplica gel de silicona. Aplicar un gel de silicona de venta libre puede ayudar a aliviar la picazón.
Protege la zona para que no se vuelva a lesionar. Evita irritar el queloide con la ropa u otro tipo de fricción o lesión.
Protege tu piel del sol. La exposición al sol puede cambiar el color del queloide y hacerlo más notorio. Ese cambio podría ser permanente. Antes de salir de casa, protege tu piel cubriendo el queloide o aplicando una abundante cantidad de protector solar.
Preparación para la consulta
Llama a tu médico si notas un cambio en la piel que pueda indicar la formación de un queloide o si has tenido uno durante un tiempo y quieres tratarlo. Después de la cita médica inicial, es posible que el médico te derive a un especialista en el diagnóstico y tratamiento de las afecciones de la piel (dermatólogo).
De ser posible, es recomendable que le pidas a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe a la cita médica. Alguien cercano puede brindar otra perspectiva acerca de tu afección y puede ayudarte a recordar lo que hablaron durante la cita médica.
Qué puedes hacer
Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:
Síntomas que has experimentado y por cuánto tiempo
Su información médica, lo que incluye otras lesiones o cirugías que hayas tenido y si tu familia tiene antecedentes de queloides
Preguntas que quieras hacerle al médico para aprovechar al máximo el tiempo con él
Entre las preguntas, se pueden incluir las siguientes:
¿Estoy en riesgo de desarrollar queloides?
¿Cómo puedo reducir el riesgo de desarrollar un queloide?
¿Qué sucede si quiero hacerme un tatuaje o colocarme un piercing?
¿Qué sucede si necesito cirugía?
¿Cuánto tiempo después de comenzar el tratamiento podrían empezar a mejorar los síntomas?
¿Cuándo me vas a volver a ver para evaluar que mi tratamiento esté funcionando?
¿Existen probabilidades de que el queloide vuelva a aparecer?
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios del tratamiento que me sugiere?
Tengo programada una cirugía. ¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de que se desarrolle un queloide a partir de la cicatriz?
¿Qué me aconseja respecto al cuidado de la herida después de la cirugía?
¿Puede el queloide convertirse en cáncer?
¿Qué medidas de cuidado personal pueden evitar la reaparición de un queloide?
¿Me recomienda hacer cambios en los productos que estoy usando para la piel, como jabones, cremas, protectores solares y cosméticos?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta.
Qué esperar del médico
El médico o el proveedor de salud mental pueden hacerte las siguientes preguntas:
¿Cuándo tuviste por primera vez este problema?
¿Los síntomas han mejorado o empeorado con el tiempo?
¿Sabes si alguno de tus familiares tuvo síntomas similares?
¿Cómo afecta la afección de la piel a tu autoestima y tu confianza en las situaciones sociales?
¿Qué tratamientos y medidas de cuidado personal has probado hasta ahora? ¿Alguno fue eficaz?
¿Te has lesionado alguna vez?
¿Alguna vez has tenido una cirugía?
También conocidas como cicatrices queloides, se producen en cualquier lugar del cuerpo donde exista una lesión cutánea, sin embargo, es más probable que se formen en lóbulos auriculares, hombros, mejillas o pecho.
Después de lastimar la piel, las células intentan repararla formando una cicatriz, y en algunos casos, el tejido cicatricial se forma después de que sana la herida. Las cicatrices queloides son más propensas a aparecer en personas latinas, asiáticas o negras, en menores de 30 años, mujeres embarazadas, durante la pubertad y en personas con antecedentes familiares de queloides.
Crédito: Medicina Mundial
Información: Top Doctors, Mayo Clinic
#MSP: El lugar donde médicos, profesionales de la salud y pacientes pueden entrar. #MSPLíderesPioneros
#MSPLegadoQueInspira