Los ingenieros del MIT han desarrollado textiles inteligentes que pueden detectar y reconocer los movimientos corporales. Las prendas se ajustan perfectamente y contienen una red de sensores de presión que pueden detectar movimiento y, junto con enfoques de aprendizaje automático, la tecnología puede aprender a reconocer movimientos específicos en los usuarios. La tela contiene hilos conductores y componentes piezoresistivos que cambian su resistencia cuando se aplica presión. Para reducir el ruido de los datos que se produce cuando las telas se empujan entre sí durante el movimiento, los investigadores utilizaron telas termoformadas que ayudan a unir las capas tejidas. Las prendas podrían ser útiles en la rehabilitación física, como en zapatos inteligentes que pueden monitorear la marcha o calcetines que rastrean la presión sobre los pies para ayudar a reducir las úlceras en pacientes con diabetes.
La ropa inteligente le da un giro completamente nuevo a la “tecnología portátil” y el potencial para aplicaciones médicas es enorme. Esta última tecnología no es una excepción y, en lugar de unos pocos sensores que se pegan apresuradamente a una prenda, este material contiene hilos especializados que se han tejido en la prenda mediante un proceso llamado tejido digital. La técnica consiste esencialmente en tejer mediante una máquina y permite a los investigadores desarrollar rápidamente prototipos y luego ampliar sus diseños para la fabricación a gran escala si es necesario.
"Con el tejido digital, tienes la libertad de diseñar tus propios patrones y también integrar sensores dentro de la propia estructura, para que se vuelva perfecta y cómoda, y puedas desarrollarla en función de la forma de tu cuerpo", dijo Irmandy Wicaksono, una de los creadores del nuevo material.
El tejido consta de una mezcla de capas de hilos regulares y funcionales. Los hilos conductores intercalan un componente piezoresistivo que cambia la resistencia en respuesta a la presión y donde estos hilos funcionales se cruzan entre sí se puede considerar un sensor de presión. Un problema que encontraron los investigadores durante el desarrollo fue el ruido de datos generado por el roce de las fibras entre sí durante el movimiento.
Para solucionar esto, adoptaron hilos termoplásticos como componente del tejido. Estos hilos se pueden calentar y luego volverse más rígidos cuando se enfrían. Los investigadores los utilizaron para estabilizar la tela para reducir el ruido en los datos y también dar forma a las prendas.
"El termoformado realmente resuelve el problema del ruido porque endurece el tejido multicapa en una sola capa esencialmente apretando y derritiendo todo el tejido, lo que mejora la precisión", dijo Wicaksono. "Ese termoformado también nos permite crear formas 3D, como un calcetín o un zapato, que realmente se ajustan al tamaño y la forma precisos del usuario".
Ver un vídeo sobre las prendas:
El estudio será presentado en la Conferencia C&C 22 : Tapis Magique: Alfombra textil electrónica tejida a máquina para actuaciones coreomusicales interactivas y entornos inmersivos
Vía: MIT