posted by Dr. Ramon Reyes, MD ∞🧩
Espectacular calcificación del tendón de Aquiles.Caso del Dr.Roig.
Tendón de Aquiles
Qué es la calcificación del tendón de aquiles
El tendón de Aquiles se encuentra en parte posterior de la pierna y está compuesto por la unión de los tendones del músculo sóleo y de los gemelos. Su tamaño es de 15 cm, siendo el tendón más fuerte y grueso del cuerpo humano.
Sus fibras siguen una distribución recta enrolladas en espiral, en lugar de la recta, que es la más habitual. En este tendón cuando empieza a aparecer la calcificación suele ser intratendinosa, a unos 2 cm por encima de la inserción del calcáneo (hueso que forma el talón), y tienen una forma lineal.
En muchos casos se suele confundir una tendinitis (proceso inflamatorio agudo) con una tendinosis (proceso degenerativo del tejido conectivo en el cuerpo del tendón) ambas son tendinopatias, la primera aguda y la segunda crónica.
Las calcificaciones en el tendón de Aquiles son la evolución de una tendinopatia crónica o tendinosis del tendón de Aquiles. Son conceptos que debemos tener claro antes de pasar a profundizar sobre esta patología para que no se creen confusiones con otras similares.
Causas
Los motivos por la que se puede sufrir una calcificación en el tendón de Aquiles no son muy diferentes de los de otros tendones del cuerpo. Las principales causas de las calcificaciones en el tendón de Aquiles son:
Un sobreuso y microtraumatismos por impactos que se producen al correr.
Alteraciones biomecánicas como hiperpronación del pie o la dorsiflexión forzada.
Una mala alimentación.
Disminución del riego sanguíneo por el envejecimiento.
Factores genéticos que exponen al paciente a una mayor predisposición.
Síntomas
Desde el punto de vista clínico, el principal síntoma es dolor en el tercio medio del tendón, que va asociado a la inflamación crónica del peritendón, que también recibe el nombre de peritendinitis crónica, y que es el que rodea al tendón.
El dolor también se puede producir en la parte más distal, concretamente en la zona de inserción del tendón con el calcáneo, produciendo una inflamación como entesitis calcificada del tendón de Aquiles.
En muchas casos es frecuente que el dolor se pueda trasladar hasta la planta del pie o hasta el gemelo, impidiendo poder andar con normalidad.
El diagnóstico no suele ser complejo para un médico que esté especializado, aunque para saber si la lesión está en la zona de inserción o en otra, se suele hacer una ecografía y resonancia magnética, o una radiografía convencional. Esto permite un diagnóstico mucho más preciso, gracias a la visualización, mediante las pruebas, del tendón de Aquiles.
Tratamiento
El tratamiento con ondas de choque se inició en Alemania cuando se usó para el tratamiento de los tejidos blandos como la tendinitis calcificante de manguito de rotadores, epicondilitis o fascitis plantar. Es un tratamiento no invasivo, poco doloroso, con buena aceptación por los pacientes y segura.
Últimamente se utiliza en el abordaje de las tendinopatías y supone una alternativa a la intervención quirúrgica. Distintos estudios constatan que esta terapia es tan efectiva o más que otros tratamientos, como son el ejercicio excéntrico, la fisioterapia tradicional, infiltraciones, inyecciones de plasma rico en plaquetas o incluso la cirugía.
Las ondas de choque focales son ondas acústicas que tienen los siguientes efectos sobre la calcificación:
Inhiben los receptores del dolor.
Estimulan la lubricación de los tendones.
Aceleran y estimulan la regeneración tisular.
Destruyen las calcificaciones.
Aumentan la producción de fibroblastos, que es el componente del colágeno.
Aumentan la neovascularización.
Liberan marcadores angiogénicos mediante el reclutamiento de células madre mesenquimales.
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