Un proyecto español con más de 18.000 pacientes concluye que cerca del 50% de los diagnósticos de hipertensión son deficientes y también lo es su manera de medicarse
30/08/2018 14:20 - ACTUALIZADO: 30/08/2018 18:32
El pasado martes se presentó el mayor estudio sobre la hipertensión jamás realizado. Un experimento clínico de más de 11 años en el que han participado más de 18.000 pacientes y que ha revolucionado el diagnóstico de esta peligrosa dolencia. El proyecto Higya está coordinado por los españoles Ramón Hermida, profesor de la Facultad de Ingeniería de Vigo, y el doctor Juan Crespo. Una iniciativa que ya se ha incluido en muchas guías de actuación clínica y que rompe algunas de las creencias más asentadas sobre el tema.
El estudio lo han llevado a cabo 292 investigadores en 40 centros de salud. "Es el mayor jamás realizado", puntualizó Hermida, que en 2016 fue el único extranjero nombrado miembro honorífico de la Sociedad Americana de Hipertensión. Las conclusiones se publicaron este mes de agosto en el 'European Heart Journal' y la principal es muy relevante y clara. El riesgo cardiovascular se asocia con la presión arterial elevada durante el sueño. Ese es el dato más importante, independientemente de si en otras mediciones hechas en farmacias o consultas médicas mientras el paciente está despierto sale alta o normal.
"Las conclusiones de este estudio marcarán un antes y un después en el abordaje clínico de estas patologías"
La hipertensión afecta a casi el 40% de los adultos, y en los ancianos alcanza el 70%, según datos de la Fundación Española del Corazón. Es una dolencia grave que afecta al cerebro, llegando a provocar infartos cerebrales (ictus o accidente vascular cerebral isquémico). También afecta a los riñones, lo que puede desembocar en una insuficiencia renal. Y, por supuesto, al propio corazón, pudiendo producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. En el peor de los casos, puede provocar la dilatación (aneurisma) o ruptura de la aorta.
El estudio llevado a cabo en Vigo, considerando como relevantes los niveles de presión arterial durante el sueño y el perfil circadiano, tiene como consecuencia establecer que casi la mitad de los pacientes hipertensos son diagnosticados de un modo erróneo. "El proyecto está revolucionando el mundo científico, dadas las posibles consecuencias clínicas de la asistencia a la supervivencia en relación con el diagnóstico, el pronóstico y la orientación terapéutica de la presión arterial alta y el riesgo cardiovascular. Las conclusiones de este estudio marcarán un antes y un después en el abordaje clínico de estas patologías", concluyó en la rueda de prensa de presentación uno de sus responsables, Juan Crespo.
Medicamentos nocturnos
Otra de las principales conclusiones e implicaciones de los datos publicados es que los riesgos asociados a esta dolencia disminuyeron significativamente cuando los pacientes tomaron los medicamentos con los que controlan su presión arterial antes de acostarse, por la noche, en lugar de recién levantados o tras desayunar, como viene siendo habitual en esta clase de pacientes. Según Hermida, el proyecto demuestra que "las posibillidades de sufrir un accidente cerebrovascular, ataque al corazón, insuficiencia cardíaca, se reducen un 53% cuando el tratamiento se toma por la noche en lugar de por la mañana".
La medición a los pacientes en este estudio se realizó mediante una monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA). Este proyecto demuestra la viabilidad y la eficacia de implementar este mismo sistema de medición en los centros de atención primaria. Un tema capital, pues una de las principales conclusiones del proyecto es que otras mediciones puntuales y diurnas no son fiables. En los principales diagnósticos ya se tenía en consideración este factor desde hace muchos años y se hace un seguimiento nocturno de los niveles de presión.
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