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La colelitiasis, cálculos biliares o piedras en la vesícula,

EMS Solutions International |


 Piedras en la vesícula biliar.

La vesícula biliar es un órgano pequeño ubicado en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo del hígado.
Su principal función es almacenar la bilis, un líquido amarillo verdoso que el hígado produce para ayudarnos a digerir las grasas.
Los problemas con la vesícula biliar suelen ocurrir cuando algo bloquea su conducto biliar, como un cálculo biliar.
¿Qué causa los cálculos biliares?
Se pueden formar cálculos biliares si la bilis contiene demasiado colesterol, demasiada bilirrubina o por falta de sales biliares.
Por colesterol: Se relacionan a los malos hábitos alimenticios, como: exceso de azúcares y grasa con poca fibra vegetal.
Por bilirrubina: Se dan por trastornos, como: anemia hemolítica, cirrosis o insuficiencia hepática (mal funcionamiento del hígado).
Un estudio publicado en la revista Immunity demuestra que el ensamblaje de cálculos biliares requiere las trampas extracelulares de neutrófilos para su formación.
DOI: 10.1016/j.immuni.2019.07.002

Descripción general
Vesícula biliar y cálculos biliares
Cálculos biliaresOpen pop-up dialog box
Los cálculos biliares son depósitos endurecidos de fluido digestivo que se pueden formar en la vesícula biliar. La vesícula es un órgano pequeño, con forma de pera, ubicado en la zona derecha del abdomen, justo debajo del hígado. La vesícula biliar contiene fluido digestivo llamado bilis, que se libera al intestino delgado.

Los cálculos biliares tienen tamaños que oscilan entre pequeños, como granos de arena, hasta grandes, como pelotas de golf. Algunas personas desarrollan solamente un cálculo biliar, mientras otras desarrollan muchos cálculos biliares al mismo tiempo.

Quienes tienen síntomas con los cálculos biliares, por lo general, requiere que le extraigan la vesícula biliar con cirugía. Los cálculos biliares que no causan signos ni síntomas, por lo general, no necesitan tratamiento.

Productos y servicios
Libro: Mayo Clinic on Digestive Health (Mayo Clinic sobre la salud del aparato digestivo)
Síntomas
Los cálculos biliares pueden no causar signos o síntomas. En caso de que un cálculo biliar se aloje en un conducto y provoque un bloqueo, los signos y síntomas resultantes pueden incluir los siguientes:

Dolor repentino y que se intensifica rápidamente en la parte derecha superior del abdomen
Dolor repentino y que se intensifica rápidamente en la parte central del abdomen, justo debajo del esternón
Dolor de espalda justo entre las escápulas
Dolor en el hombro derecho
Náuseas o vómitos
El dolor provocado por los cálculos biliares puede durar entre algunos minutos y varias horas.

Cuándo debes consultar con un médico
Solicita una consulta con el médico si tienes signos o síntomas que te preocupan.

Busca atención inmediata si manifiestas signos o síntomas de complicaciones graves por cálculos biliares, como los siguientes:

Dolor abdominal tan intenso que no puedes sentarte en posición derecha o encontrar una posición cómoda
Color amarillento de la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)
Fiebre alta con escalofríos
Solicite una Consulta en Mayo Clinic
Causas
Las causas de los cálculos biliares no están claras. Los médicos creen que los cálculos biliares se pueden originar cuando ocurre lo siguiente:

La bilis contiene demasiado colesterol. Por lo general, la bilis contiene sustancias químicas suficientes como para disolver el colesterol que segrega el hígado. Sin embargo, si el hígado segrega más colesterol del que la bilis puede disolver, el colesterol excedente se puede transformar en cristales y tarde o temprano en piedras.
La bilis contiene demasiada bilirrubina. La bilirrubina es una sustancia química que se produce cuando el cuerpo destruye los glóbulos rojos. Algunas enfermedades pueden hacer que el hígado segregue demasiada bilirrubina, como la cirrosis hepática, infecciones de las vías biliares y determinados trastornos de la sangre. El exceso de bilirrubina contribuye a la formación de cálculos biliares.
La vesícula biliar no se vacía de manera correcta. Si la vesícula biliar no se vacía por completo o lo suficiente, la bilis se puede concentrar demasiado, y esto contribuye a la formación de cálculos biliares.
Tipos de cálculos biliares
Los tipos de cálculos biliares que se pueden formar en la vesícula biliar comprenden los siguientes:

Cálculos biliares de colesterol. El tipo más frecuente de cálculo biliar, llamado "cálculo biliar de colesterol", aparece generalmente de color amarillo. Estos cálculos biliares están compuestos principalmente por colesterol no disuelto, pero pueden contener otros componentes.
Cálculos biliares de pigmento. Estas piedras de color marrón oscuro o negro se forman cuando la bilis contiene demasiada bilirrubina.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar los riesgos de padecer cálculos biliares incluyen los siguientes:

Ser mujer
Tener 40 años o más
Ser nativo americano
Ser hispano de origen mexicano
Tener sobrepeso u obesidad
Ser sedentario
Estar embarazada
Seguir una dieta con un alto contenido de grasas
Seguir una dieta con un alto contenido de colesterol
Seguir una dieta con un bajo contenido de fibras
Tener antecedentes familiares de cálculos biliares
Tener diabetes
Tener ciertos trastornos sanguíneos, como anemia de células falciformes o leucemia
Perder peso muy rápido
Tomar medicamentos que contengan estrógeno, como anticonceptivos orales o medicamentos de terapia hormonal
Tener enfermedad hepática
Complicaciones
Las complicaciones de los cálculos biliares pueden incluir:

Inflamación de la vesícula. Un cálculo biliar que se aloja en el cuello de la vesícula puede causar inflamación de la vesícula (colecistitis). La colecistitis puede causar dolor intenso y fiebre.
Obstrucción del conducto colédoco. Los cálculos biliares pueden obstruir los tubos (conductos) a través de los cuales la bilis fluye desde la vesícula o hígado hasta el intestino delgado. Se puede presentar dolor intenso, ictericia e infección de las vías biliares.
Obstrucción del conducto pancreático. El conducto pancreático es un tubo que sale del páncreas y se conecta al conducto colédoco justo antes de entrar al duodeno. Los jugos pancreáticos, que ayudan en la digestión, fluyen por el conducto pancreático.

Un cálculo biliar puede causar una obstrucción en el conducto pancreático, que puede conducir a la inflamación del páncreas (pancreatitis). La pancreatitis causa dolor abdominal intenso y constante, y por lo general requiere hospitalización.

Cáncer de vesícula. Las personas con antecedentes de cálculos biliares tienen mayor riesgo de padecer cáncer de vesícula. Pero el cáncer de vesícula es muy excepcional así que, aunque el riesgo de cáncer es elevado, la probabilidad de cáncer de vesícula sigue siendo muy baja.
Prevención
Puedes reducir el riesgo de padecer cálculos biliares si sigues las siguientes recomendaciones:

No te saltees comidas. Intenta atenerte a tus horarios de comidas a diario. Saltearse comidas o ayunar puede aumentar el riesgo de cálculos biliares.
Baja de peso paulatinamente. Si necesitas perder peso, hazlo en forma gradual. La pérdida de peso rápida puede aumentar el riesgo de cálculos biliares. Apunta a perder 1 o 2 libras (aproximadamente 0,5 a 1 kilogramo) por semana.
Come más alimentos ricos en fibra. Incluye más alimentos ricos en fibra en su dieta, como frutas, verduras y cereales integrales.
Mantén un peso saludable. La obesidad y el sobrepeso pueden aumentar el riesgo de cálculos biliares. Esfuérzate para lograr un peso saludable reduciendo el número de calorías que ingieres y aumentando la cantidad de actividad física que realizas. Una vez que alcances un peso saludable, trabaja para mantener ese peso continuando con tu dieta saludable y haciendo ejercicio.


Diagnóstico
Procedimiento de colangiopancreatografía retrógrada endoscópica
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópicaOpen pop-up dialog box
Los exámenes y procedimientos utilizados para diagnosticar los cálculos biliares y sus complicaciones abarcan lo siguiente:

Ecografía abdominal. Este examen es el que se usa más comúnmente para buscar signos de cálculos biliares. La ecografía abdominal implica mover un dispositivo (transductor) de un lado a otro a través del área del estómago. El transductor envía señales a una computadora, la cual crea imágenes que muestran las estructuras en el abdomen.

Ecografía endoscópica. Este procedimiento puede ayudar a identificar cálculos más pequeños que se pueden pasar por alto en una ecografía abdominal. Durante la ecografía endoscópica, el médico pasa una sonda delgada y flexible (endoscopio) a través de la boca y del aparato digestivo. Un pequeño dispositivo de ultrasonido (transductor) en el tubo produce ondas sonoras que crean una imagen precisa del tejido circundante.
Otras pruebas por imágenes. Los exámenes adicionales pueden incluir colecistografía oral, una gammagrafía con ácido iminodiacético hepatobiliar, tomografía computarizada, colangiopancreatografía por resonancia magnética o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. Los cálculos biliares que se descubran con la colangiopancreatografía endoscópica retrógrada se pueden retirar durante el procedimiento.
Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden revelar infección, ictericia, pancreatitis u otras complicaciones causadas por cálculos biliares.

Ecografía abdominal
Exploración hepatobiliar
Exploración por tomografía computarizada
Mostrar más información relacionada

Tratamiento
Colecistectomía laparoscópica

La mayoría de las personas con cálculos biliares que no causan síntomas nunca necesitarán tratamiento. Tu médico determinará si el tratamiento para los cálculos biliares es recomendable basándose en tus síntomas y en los resultados de las pruebas de diagnóstico.

El médico puede recomendarte que estés atento a la aparición de síntomas de complicaciones de los cálculos biliares, como un dolor que se intensifica en la parte superior derecha del abdomen. Si en el futuro se presentan signos y síntomas de los cálculos biliares, puedes recibir tratamiento.

Las opciones de tratamiento para cálculos biliares comprenden las siguientes:

Cirugía para extirpar la vesícula (colecistectomía). El médico puede recomendarte una cirugía para extirpar la vesícula biliar, debido a que los cálculos biliares reaparecen con frecuencia. Una vez que se extirpa la vesícula, la bilis fluye directamente desde el hígado hasta el intestino delgado, en lugar de permanecer almacenada en la vesícula.

No necesitas la vesícula biliar para vivir, y su extracción no afecta tu capacidad de digerir alimentos, pero puede provocar diarrea, que generalmente es temporal.

Medicamentos para disolver los cálculos biliares. Los medicamentos que tomas por vía oral pueden ayudar a disolver los cálculos biliares. Sin embargo, disolver los cálculos biliares de este modo puede llevar meses o años de tratamiento, y es probable que los cálculos biliares se vuelvan a formar si se interrumpe el tratamiento.

Algunas veces, los medicamentos no funcionan. Los medicamentos para los cálculos biliares no se utilizan con frecuencia y se reservan para personas que no pueden someterse a una cirugía.

Colecistectomía (cirugía de extracción de la vesícula)
Solicite una Consulta en Mayo Clinic
Preparación para la consulta
Comienza haciendo una consulta con tu médico de cabecera o con un médico general si tienes algún signo o síntoma que te preocupa. Si el médico sospecha que tienes cálculos biliares, es posible que te remita a un especialista en el aparato digestivo (gastroenterólogo) o a un cirujano de la zona abdominal.

Debido a que las consultas pueden ser breves y a que siempre hay mucha información para abarcar, es aconsejable ir bien preparado. La siguiente información te ayudará a prepararte y a saber qué esperar del médico.

Qué puedes hacer
Ten en cuenta las restricciones que debes cumplir antes de asistir a la consulta. Cuando programes la consulta, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la consulta.
Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. En ocasiones puede ser difícil comprender toda la información que se proporciona durante una consulta. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas pasado por alto u olvidado.
Escribe preguntas para hacerle al médico.
El tiempo con tu médico es limitado; por eso preparar una lista de preguntas te puede ayudar a aprovechar al máximo la consulta. En el caso de los cálculos biliares, estas son algunas preguntas básicas para hacerle al médico:

¿Los cálculos biliares son la causa probable de mi dolor abdominal?
¿Existe la posibilidad de que mis síntomas se deban a algo diferente a los cálculos biliares?
¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
¿Hay alguna probabilidad de que mis cálculos biliares vayan a desaparecer sin tratamiento?
¿Necesito cirugía para extraer los cálculos biliares?
¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?
¿Cuánto tiempo se necesita para recuperarse de la cirugía de vesícula biliar?
¿Hay otras opciones de tratamiento para los cálculos biliares?
¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
Tengo otras afecciones de salud. ¿Cómo puedo controlarlas de la mejor manera?
¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar del médico
El médico podría hacerte estas preguntas:

¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
¿Tus síntomas están relacionados con las comidas?
¿Alguna vez tus síntomas han incluido fiebre?
¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
¿Cuán intensos son los síntomas?
¿Cuánto tiempo duran tus síntomas?
¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?




La colelitiasis, también conocida como cálculos biliares o piedras en la vesícula, son depósitos sólidos y duros que se forman en la vesícula biliar, un órgano del aparato digestivo que almacena la bilis.

En los países de estilo de vida occidental, entre el 10 y el 15% de la población padece de cálculos biliares, aunque la mayoría de ellos, en torno al 80%, nunca presentan síntomas.

Según la composición se distinguen dos tipos de cálculos biliares. Los de colesterol, que son de color amarillento o marrón, y los de bilirrubina, que son muy oscuros, casi negros. También se pueden formar cálculos mixtos de colesterol y bilirrubina.

Se forman cuando hay demasiado colesterol o demasiada bilirrubina en la bilis. También si hay poca cantidad de sales biliares para disolverlos.


En la composición de la bilis destacan altas cantidades de colesterol y diversos pigmentos orgánicos, sobre todo bilirrubina y otros derivados del metabolismo de la hemoglobina.

También contiene sales biliares, que son sales sódicas, potásicas y cálcicas de compuestos ácidos sintetizados a partir de colesterol, como el ácido taurocólico o el ácido glicoquenodesoxicólico.

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Entre otras funciones, las bilis tiene un papel fundamental en la digestión y absorción de las grasas, pues permiten su emulsión y disolución.

Cuando en la bilis hay demasiado colesterol o no hay suficiente cantidad de sales biliares para disolverlo, el exceso colesterol no puede permanecer disuelto y forma depósitos sólidos en la vesícula.

Lo mismo ocurre si hay demasiada bilirrubina, no puede permanecer disuelta, precipita y forma cálculos.

Un factor muy importante que afecta a la formación de piedras biliares es la frecuencia y capacidad de contracción de la vesícula.

El vaciado incompleto o poco frecuente de la vesícula hace que su contenido se vaya concentrando cada vez más, lo que contribuye de forma notable a la formación de las piedras.

La propia presencia de cálculos biliares obstruyendo la salida de bilis puede causar el vaciado incompleto y fomentar la aparición de más cálculos.

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Las hormonas estrogénicas (sintetizadas a partir de colesterol) pueden incrementar la concentración de colesterol en la bilis y fomentar la formación de piedras, por eso aumenta el riesgo de cálculos biliares durante el embarazo o durante tratamientos hormonales, incluyendo la contracepción hormonal.

Así, las causas se podrían resumir en:

Aumento del colesterol en la bilis
Aumento de bilirrubina en la bilis
Vaciado incompleto de la vesícula
Cambios hormonales
Composición de los cálculos biliares
Los cálculos biliares de colesterol son los más habituales, pero también se pueden formar cálculos de bilirrubina si esta alcanza altas concentraciones en las bilis.

Los cálculos de colesterol tienen colores amarillentos, verdosos o marrón oscuro. Los cálculos de bilirrubina suelen ser más pequeños y numerosos que los de colesterol y tienen un color mucho más oscuro, casi negro.

También se pueden formar cálculos mixtos de colesterol y bilirrubina.

Cálculos biliares de colesterol
Cálculos biliares de colesterol
Factores de riesgo
Existen varios factores que aumentan el riesgo de padecer colelitiasis, entre los más destacados:

Obesidad: es uno de los factores de riesgo más importantes; el sobrepeso aumenta los niveles de colesterol y dificulta el vaciado completo de la vesícula favoreciendo la concentración de su contenido.
Hormonas estrogénicas aumentadas: las píldoras anticonceptivas y contraceptivas, las terapias hormonales sustitutivas o el embarazo, son situaciones en la que aumentan los niveles de estrógenos, lo que favorece a su vez el aumento de colesterol.
Diabetes: los pacientes diabéticos tienden a tener los triglicéridos altos (un tipo de lípidos) y, como el colesterol, son un factor de riesgo para los cálculos biliares.
Problemas hepáticos: diversas enfermedades hepáticas, como la cirrosis, aumentan el riesgo de padecer cálculos biliares de bilirrubina.
Fármacos contra el colesterol alto: algunos tratamientos para disminuir el colesterol en sangre tienen como efecto secundario su aumento en la bilis.
Ayunos: el vaciado de la vesícula se vuelve infrecuente y su contenido se concentra.
Edad: el riesgo de desarrollar piedras en la vesícula aumenta a partir de los 40 años.
Sexo: las mujeres son más propensas a sufrir cálculos biliares.
Historia familiar: existen componentes genéticos que aumentan el riesgo de que se formen cálculos, y es habitual encontrar familias donde un alto porcentaje de sus miembros sufren cálculos biliares en algún momento de su vida.
Dieta y actividad física: las dietas bajas en fibras, altas en grasa o altas en colesterol, así como el sedentarismo y falta de ejercicio aumentan el riesgo de que se formen cálculos biliares.
Pérdida rápida de peso

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