Tubo de origami impreso en 3D para ventiladores de bajo costo

Investigadores de la Universidad Simon Fraser en Canadá han desarrollado un ventilador portátil de bajo costo que utiliza un tubo de origami impreso en 3D en lugar de una bolsa de aire convencional. El volumen del tubo se puede modificar cambiando los ángulos en las placas plegables de origami. Como hasta el 95% de los componentes del ventilador se pueden imprimir en 3D, el […]

Investigadores de la Universidad Simon Fraser en Canadá han desarrollado un ventilador portátil de bajo costo que utiliza un tubo de origami impreso en 3D en lugar de una bolsa de aire convencional. El volumen del tubo se puede modificar cambiando los ángulos en las placas plegables de origami. Como hasta el 95% de los componentes del ventilador son imprimibles en 3D, el dispositivo se puede crear por aproximadamente 200 dólares, en comparación con los aproximadamente 2000 dólares de los ventiladores portátiles existentes.

Los ventiladores han sido una herramienta clave durante la pandemia de COVID-19, y la escasez ha inspirado una variedad de dispositivos improvisados ​​e innovadores que han ayudado a salvar vidas. Si bien los peores efectos de la COVID-19 han sido mitigados por campañas de vacunación exitosas en muchos países, millones de personas aún no tienen acceso a las vacunas y el virus continúa causando problemas.

En muchos países en desarrollo, la falta de acceso a vacunas, instalaciones y equipos de atención médica podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte durante la pandemia. Existe una necesidad constante de equipos médicos portátiles y de bajo costo para tratar a los pacientes con COVID-19 en dichas regiones, particularmente en ubicaciones rurales y remotas.

Si bien esta última tecnología está diseñada para ser de bajo costo, está lejos de ser improvisada, ya que emplea impresión 3D y un diseño de origami único para crear un ventilador pequeño y portátil. En lugar de una simple bolsa, el ventilador incluye un tubo de origami impreso en 3D en el que las placas plegables de origami se entrelazan para formar un tubo que es más pequeño y más resistente que el componente equivalente de un ventilador convencional.

Durante la operación, el tubo se contrae para ayudar a respirar. Como ocurre con tantos dispositivos destinados a un uso de pocos recursos, la impresión 3D fue la clave para el bajo costo de la tecnología. "En nuestro ventilador de origami portátil, más del 95 por ciento de los componentes se pueden imprimir en 3D, por eso es realmente rentable", dijo Woo Soo Kim, uno de los desarrolladores de la nueva tecnología, en un comunicado de prensa. "Otros ventiladores portátiles pueden costar más de 2.000 dólares, pero nuestro ventilador impreso en 3D se puede producir por unos 200 dólares".

Los investigadores esperan que la tecnología pueda ayudar en regiones remotas o de bajos recursos, donde los recursos sanitarios son escasos. Se han asociado con un fabricante de respiradores con miras a aumentar la producción de los dispositivos.

Estudio en electrónica flexible e impresa : tubos sensores de aire con arquitectura 3D para un ventilador mecánico portátil

Vía: Universidad Simon Fraser

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