Investigadores del MIT han desarrollado una cápsula "electrocéutica" diseñada para tragarse y que suministrará una pequeña corriente eléctrica a la pared del estómago. El dispositivo contiene un electrodo externo que se envuelve alrededor de su exterior y pequeñas ranuras que extraen el líquido del electrodo y lo ayudan a entrar en contacto con la pared del estómago. La tecnología estimula las células endocrinas del revestimiento del estómago para que secreten más hormona llamada grelina, que estimula el apetito y reduce las náuseas. Los investigadores esperan que el dispositivo pueda ayudar a pacientes con trastornos alimentarios o afecciones como la caquexia, una condición debilitante que puede ocurrir en pacientes con cáncer.
El concepto de enviar electricidad al estómago para ayudar con problemas gastrointestinales se probó por primera vez en pacientes con gastroparesia que experimentan una motilidad gastrointestinal lenta, con la esperanza de que mejorara las contracciones del estómago. Un dispositivo similar a un marcapasos implantado en el estómago ayudó a mejorar los síntomas, pero hizo poco para aumentar la motilidad. En consecuencia, estos investigadores plantearon la hipótesis de que la electricidad estaba teniendo un efecto sobre el apetito al estimular las células endocrinas del estómago para que secretaran más grelina.
Probaron su hipótesis en animales y descubrieron que una pequeña corriente eléctrica en el estómago efectivamente aumentaba los niveles de grelina. Para traducir esto en algo que tuviera potencial clínico, ahora han desarrollado esta cápsula electrocéutica que se puede tragar fácilmente, evitando la necesidad de un procedimiento quirúrgico.
"Este estudio ayuda a establecer la estimulación eléctrica mediante electrocéuticos ingeribles como un modo de desencadenar la liberación de hormonas a través del tracto gastrointestinal", dijo Giovanni Traverso, investigador involucrado en el estudio. "Mostramos un ejemplo de cómo podemos interactuar con la mucosa del estómago y liberar hormonas, y anticipamos que esto podría usarse en otros sitios del tracto gastrointestinal que no hemos explorado aquí".
El equipo del MIT diseñó la cápsula para un contacto máximo con la pared del estómago. Los líquidos en el estómago podrían interferir con esto, por lo que la cápsula contiene pequeñas ranuras con una capa hidrofílica que alejan el líquido del electrodo. El concepto se inspiró en la piel del lagarto diablo espinoso australiano, que contiene pequeños surcos que ayudan a atraer agua hacia la boca del lagarto.
"Esto nos inspiró para incorporar texturas y patrones de superficie en el exterior de esta cápsula", dijo James McRae, otro investigador involucrado en el proyecto. "Esa superficie puede gestionar el líquido que potencialmente podría impedir que los electrodos toquen el tejido del estómago, por lo que puede administrar estimulación eléctrica de forma fiable".
Aquí hay un video del MIT que presenta la tecnología:
Estudio en la revista Science Robotics : cápsulas electrocéuticas ingeribles y bioinspiradas para la modulación hormonal que regula el hambre
Flashback: un sensor ingerible revela la motilidad gástrica
Vía: MIT