Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona en Cataluña, España, han desarrollado un sistema para controlar la gravedad de la encefalomielitis miálgica (EM), también conocida como síndrome de fatiga crónica. El sistema incluye un sensor comercial de correa para el pecho que mide la variabilidad de la frecuencia cardíaca y una aplicación emparejada que recopila, coteja y presenta estos datos, lo que permite a los pacientes controlar su condición y compartir información con su médico.
La EM es una condición debilitante, caracterizada por fatiga severa que interfiere con las actividades diarias. Se espera que la prevalencia de EM aumente drásticamente en los próximos años, ya que parece ser un componente común del COVID-19 persistente, también conocido como "COVID prolongado". La EM puede ser provocada por el COVID-19 persistente, junto con la infección por otros virus, y algunos esperan que sea una parte importante de la ola de casos prolongados de COVID que se están desarrollando actualmente en todo el mundo. Actualmente, esta afección no cuenta con biomarcadores de diagnóstico ni tratamientos efectivos e históricamente ha sido ignorada y descartada en gran medida por la ciencia médica, por lo que las técnicas para medir la gravedad de la enfermedad y seguir el progreso del paciente seguramente son bienvenidas.
Estos investigadores habían descubierto previamente que la variabilidad de la frecuencia cardíaca, que abarca pequeñas diferencias entre latidos cardíacos consecutivos y proporciona un indicador de la función nerviosa autónoma, puede estar correlacionada con la gravedad de la enfermedad EM. “En concreto, habíamos observado que esta variabilidad era menor en los pacientes con EM, especialmente en los casos más incapacitantes”, afirma el doctor Jesús Castro, investigador implicado en el desarrollo del nuevo sistema. “En este trabajo queríamos verificar la relación entre la variabilidad de la frecuencia cardíaca y el síndrome tanto en mujeres como en hombres con EM en comparación con controles sanos y su utilidad para el seguimiento de los pacientes”.
En este último estudio, los investigadores utilizaron tecnología para medir la variabilidad de la frecuencia cardíaca, que consiste en un sensor de correa para el pecho y una aplicación emparejada que podría comunicarse con el sensor a través de Bluetooth. Midieron las propiedades hemodinámicas en un grupo de voluntarios masculinos y femeninos con EM, así como en controles sanos. Los resultados sugieren que la tecnología podría ser particularmente útil en mujeres con EM, lo cual es conveniente, ya que la afección parece afectar predominantemente a las mujeres.
“Demostramos que el uso de la aplicación sería especialmente útil para el seguimiento de las mujeres que padecen este síndrome, que claramente tienen una menor variabilidad de la frecuencia cardíaca en comparación con las mujeres sanas”, afirma la Dra. Rosa M Escorihuela, otra investigadora implicada en el estudio. estudiar.
En el futuro, debería ser posible incorporar la misma tecnología subyacente en dispositivos portátiles, como relojes inteligentes, para mejorar la comodidad del paciente y facilitar a los médicos la obtención de datos del paciente.
Estudio en la revista Sensors : Análisis de las diferencias de género en la VFC de pacientes con encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica utilizando tecnología de salud móvil