Investigadores del Instituto Max Planck de Química Biofísica en Göttingen, Alemania, diseñaron minianticuerpos, llamados nanocuerpos, contra el SARS-CoV-2. Los nanocuerpos del equipo son estables hasta 95 grados Celsius (203 F) y son más baratos y menos complejos de producir que los anticuerpos convencionales. Hasta ahora, los nanocuerpos han demostrado una eficacia impresionante contra el virus y sus variantes en el laboratorio, y los investigadores se están preparando para realizar un ensayo clínico para ver si podrían ser un tratamiento viable para los pacientes con COVID-19.
Los anticuerpos son una defensa importante contra los invasores virales en nuestros cuerpos. Estas estructuras proteicas se unen y neutralizan una amplia variedad de patógenos y son una parte importante de la respuesta inmune generada después de la vacunación contra el SARS-CoV-2. También representan un tratamiento potencial para los pacientes con COVID-19, mediante el cual se les pueden administrar anticuerpos producidos en laboratorio para ayudarlos a combatir el virus. Sin embargo, producir anticuerpos es costoso y complejo, y actualmente no es posible crear suficientes suministros para tratar a todos los que los necesitan.
Por el contrario, los nanocuerpos, que se fabrican más fácilmente, podrían ser una alternativa viable. Esta última creación se perfila como un fármaco candidato prometedor para la COVID-19. "Por primera vez, combinan una estabilidad extrema y una eficacia excepcional contra el virus y sus mutantes Alfa, Beta, Gamma y Delta", afirmó en un comunicado de prensa Dirk Görlich, investigador involucrado en el estudio.
El equipo de Max Planck utiliza alpacas para producir nanocuerpos inmunizándolos contra la proteína de pico viral y luego aislando los nanocuerpos de la sangre antes de realizar más pruebas y purificaciones. "Nuestros nanocuerpos proceden de las alpacas y son más pequeños y sencillos que los anticuerpos convencionales", afirma Görlich. "La carga general para nuestros animales es muy baja, comparable a la vacunación y los análisis de sangre en humanos".
Sorprendentemente, los nuevos nanocuerpos tienen una tolerancia al calor muy alta, algo que es importante para su estabilidad en el cuerpo y que puede ser un punto de fricción para muchos tratamientos biológicos. "Nuestros nanocuerpos pueden soportar temperaturas de hasta 95 °C sin perder su función ni formar agregados", afirmó Matthias Dobbelstein, otro investigador que trabaja en el proyecto. “Por un lado, esto nos dice que podrían permanecer activos en el cuerpo el tiempo suficiente para ser efectivos. Por otro lado, los nanocuerpos resistentes al calor son más fáciles de producir, procesar y almacenar”.
Los investigadores están planeando un ensayo clínico de la tecnología, que puede tener potencial como tratamiento inhalado para pacientes con COVID-19. "Nuestros nanocuerpos individuales son potencialmente adecuados para la inhalación y, por tanto, para la neutralización directa del virus en el tracto respiratorio", afirma Dobbelstein. "Además, como son muy pequeños, podrían penetrar fácilmente en los tejidos e impedir que el virus se propague más en el lugar de la infección".
Estudio en The EMBO Journal : Neutralización del SARS-CoV-2 mediante nanocuerpos altamente potentes, hipertermoestables y tolerantes a mutaciones