Investigadores de la Universidad del Este de Finlandia han desarrollado un sistema portátil de electromiografía de superficie y acelerometría tridimensional que puede medir la aparición y la gravedad de las sacudidas mioclónicas, que son movimientos musculares repentinos que experimentan los pacientes con epilepsia mioclónica progresiva. Las sacudidas musculares pueden ser desagradables, pero también pueden provocar accidentes y caídas. Los investigadores esperan que los nuevos sensores puedan ayudarles a comprender un poco mejor la epilepsia mioclónica progresiva y, eventualmente, ayudar a desarrollar nuevos tratamientos y permitir a los pacientes seguir su progreso.
Las sacudidas mioclónicas pueden ser estimuladas por el movimiento y pueden ser positivas o negativas. Un mioclono positivo suele provocar una contracción muscular espontánea, mientras que un mioclono negativo produce una activación muscular alterada. Estos síntomas pueden ser impredecibles y desagradables, pero también pueden provocar caídas y accidentes, lo que significa que suponen un peligro para los pacientes.
Comprender cómo, por qué y cuándo ocurren estos síntomas sería útil para que los médicos e investigadores comprendan la afección y desarrollen nuevos tratamientos. Sin embargo, los métodos para proporcionar datos objetivos son limitados. En la actualidad, la gravedad de las sacudidas mioclónicas se evalúa mediante mediciones visuales realizadas por un médico experimentado. Esto lleva mucho tiempo, es algo subjetivo y sólo proporciona detalles sobre la afección en un corto espacio de tiempo.
Los pacientes pueden proporcionar alguna orientación sobre la gravedad de sus síntomas, pero sería útil tanto para los pacientes como para los médicos permitir que la tecnología asumiera la carga del seguimiento de la enfermedad. Este último dispositivo tiene como objetivo proporcionar datos sobre las sacudidas mioclónicas y parece ser adecuado para el seguimiento en casa. Consiste en electromiografía de superficie portátil y sensores de acelerometría tridimensional que se colocan en el brazo y que proporcionan datos sobre la frecuencia y la gravedad de las sacudidas.
Hasta ahora, los investigadores han probado la tecnología en voluntarios que usaron los sensores durante 48 horas cada uno. Los sensores coincidieron bastante con los resultados informados por los propios pacientes y mostraron diferencias en los síntomas entre el día y la noche. Los resultados de los sensores también se correlacionaron bien con las evaluaciones de la gravedad de los síntomas realizadas por un médico experimentado, lo que sugiere que son adecuados para el seguimiento domiciliario a largo plazo.
Índice basado en mediciones que describe la variación en el síntoma de mioclono durante la medición en el hogar. El color negro describe las medidas del músculo extensor del dedo y el color turquesa las medidas del músculo bíceps. Imagen: Saara Rissanen.
Estudio en la revista Clinical Neurophysiology : Monitorización portátil de mioclonías positivas y negativas en la epilepsia mioclónica progresiva tipo 1