Científicos de la Universidad de Nueva York han desarrollado una terapia genética para el dolor crónico. La tecnología funciona dirigiéndose al canal de iones de sodio NaV1.7 presente en las neuronas, que es un componente importante de la respuesta al dolor. Los investigadores codificaron una versión de un péptido que permite que una proteína moduladora, llamada CRMP2, se una a los canales iónicos de sodio NaV1.7 y module su actividad. El tratamiento de las neuronas para que ahora expresen este péptido interfirió con la capacidad de CRMP2 para afectar el canal de sodio, reduciendo la transmisión del dolor. Dado que el dolor crónico afecta a un gran número de pacientes, se podrían establecer nuevos tratamientos como este que marquen una diferencia real en muchas vidas.
La terapia genética tiene un enorme potencial, pero ha progresado más lentamente de lo que se anticipó cuando comenzamos a explorarla. Parte del problema radica en desarrollar formas seguras de manipular genes en el cuerpo sin causar efectos secundarios, y también en identificar los objetivos genéticos más apropiados implicados en la enfermedad. Estos investigadores de la Universidad de Nueva York han identificado uno de esos objetivos en el dolor crónico, una afección que se estima que afecta a uno de cada tres estadounidenses.
El objetivo está relacionado con un canal de iones de sodio llamado NaV1.7 que está presente en las neuronas. La importancia de este canal en la percepción del dolor se descubrió mediante el estudio de trastornos genéticos raros. En algunas de estas familias, este canal es disfuncional, lo que permite que entre demasiado sodio a la neurona, lo que provoca un dolor intenso. Sin embargo, en otras familias el canal está bloqueado, lo que provoca una ausencia total de dolor.
Los investigadores han intentado desarrollar fármacos de molécula pequeña dirigidos al NaV1.7, hasta ahora sin mucho éxito. Estos investigadores adoptaron un enfoque diferente y utilizaron la terapia génica para atacar una proteína llamada CRMP2 que modula la actividad del canal iónico de sodio NaV1.7. CRMP2 se une al canal de sodio y es este sitio de unión del péptido el que codifica la nueva terapia génica.
Los investigadores utilizaron un virus adenoasociado para empaquetar y entregar el material genético directamente a las neuronas. Cuando lo expresan las neuronas, el péptido limita la capacidad de CRMP2 para modular NaV1.7, reduciendo el dolor. Hasta ahora, el enfoque ha reducido el dolor en ratones que experimentaban sensibilidad al frío, al calor y al tacto.
"Encontramos una manera de tomar un virus diseñado (que contiene una pequeña porción de material genético de una proteína que todos tenemos) e infectar neuronas para tratar eficazmente el dolor", dijo Rajesh Khanna, investigador involucrado en el estudio. "Estamos al borde de un momento importante en la terapia génica, y esta nueva aplicación en el dolor crónico es sólo el último ejemplo".
Estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences : Identificación y orientación de un dominio único de Na V 1.7 que genera dolor crónico