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by Dr. Ramon Reyes, MD ∞🧩
La congelación es la lesión debida al congelamiento del tejido. Las manifestaciones iniciales pueden ser engañosamente benignas. La piel puede tener un aspecto blanco o presentar ampollas, y está entumecida; el recalentamiento produce un dolor intenso. Puede producirse una gangrena. El tejido muy dañado puede autoamputarse. El tratamiento es el recalentamiento en agua caliente (37 a 40° C) y cuidados locales. Rara vez es necesaria la amputación quirúrgíca, pero la desición, con frecuencia guiada por los resultados de los estudios por la imagen, en general debe postergarse hasta la delimitación definitiva del tejido necrótico.
Conceptos claveLa profundidad de la lesión es difícil de reconocer inicialmente, aunque las ampollas llenas de sangre indican daño más profundo.
Descongele el tejido congelado tan pronto como sea posible el uso de agua que es tolerablemente caliente al tacto (37 a 39° C); por lo general se requiere analgesia.
Evite descongelar y volver a congelar.
Mantenga las áreas afectadas al descubierto, limpio, seco y elevado.
El tejido negro puede representar un caparazón negro que se cae o gangrena que requiere amputación; la cirugía puede demorarse hasta que la delimitación sea clara.
Los síntomas neuropáticos (p. ej., sensibilidad al frío, entumecimiento) pueden persistir indefinidamente.